El Papa Francisco convocaba el pasado noviembre, 2015 como el año de la vida consagrada para la comunidad cristiana, algo que no puede dejar indiferente, según la Diócesis de Plasencia, a una ciudad como Trujillo, que cuenta con cuatro conventos de clausura, además de colegios y hogares dedicados a esta forma de vida.
De este modo, del 9 al 14 de febrero, las reliquias de San Juan Pablo II, que alberga el Monasterio de Yuste bajo la custodia de los Padres Paulinos, pasarán por estos lugares y procesionarán por la ciudad acompañadas por los diferentes colectivos religiosos. El momento de culmen de esta celebración tendrá lugar el día 9, cuando a las 19.30 de la tarde se lleve a cabo la recepción de las reliquias en la Plaza Mayor de Trujillo. “Es un momento importante que hay que saber valorar. Esperamos que la gente acuda a un acto tan especial como este”, comenta Antonio Cano, vicario de la Diócesis.
Posteriormente, se iniciará la procesión hacia el convento de San Miguel, donde las reliquias permanecerán hasta el día siguiente. A su llegada, el Padre Pablo, prior del Monasterio de Yuste, dedicará unas palabras basadas en la experiencia de la vida consagrada, algo que repetirá en otras ocasiones a lo largo de la semana.
El martes 11, las reliquias se trasladarán al convento de San Pedro mediante otra procesión que culminará con las palabras de una de las hermanas de esta congregación. “Es fundamental que las religiosas participen en este acto de manera activa, así, se les pedirá que hablen de la vida consagrada desde su propia experiencia” señala el vicario.
El miércoles, se repetirá el proceso, en esta ocasión, para larecepción de las reliquias en el convento de Santa Clara. Como en días anteriores, se celebrará una procesión donde participarán diferentes colectivos de la ciudad, grupos de adoración, de catequesis o hermandades y cofradías de la ciudad.
El jueves las reliquias abandonarán el convento de Santa Clara para caminar en procesión hacia el convento de las Jerónimas, para, en los próximos días pasar por el Colegio Sagrado Corazón, donde se explicará a los alumnos el motivo de esta celebración y el Hogar Santa Isabel, donde se hablará de la vida consagrada sin clausura.
Se tiene previsto que los colectivos religiosos de la ciudad participen no sólo en las procesiones o traslados de las reliquias de unos conventos a otros, sino también en las diferentes celebraciones que se lleven a cabo en cada uno de ellos. Así, se invitará a grupos de cantos, corales, etcétera.
Además de reconocer la labor de las vidas consagradas de la ciudad,se pretende hacer ver a los más jóvenes que el camino de la vocación puede ser una opción más, “otra tan válida como estudiar cualquier carrera o formarse en otras áreas. Al final, lo que todos buscamos es ser felices, y esta es una forma de serlo” afirma Antonio Cano.
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