El mes de enero es muy importante para todos los Paulinos. Porque durante este mes nuestra congregación celebra 5 fiestas diferentes. El día 15 de enero celebramos nuestra fiesta principal: solemnidad de San Pablo I Ermitaño – Patriarca de nuestra Orden; el día 16 de enero celebramos fiesta de la Virgen María, Reina de los Eremitas y Madre de la Orden Paulina; el día 17 de enero celebramos conmemoración de San Antonio, Abad; el día 19 de enero conmemoración de San Macario, Abad; el día 20 fiesta de Beato Eusebio de Esztergom – Fundador de la Orden Paulina.
Pues estamos muy contentos, que pudimos celebrar nuestra fiesta principal de San Pablo Ermitaño con todos vosotros – nuestros amigos. San Pablo Ermitaño tuvo la mala suerte de vivir en un período en el que los cristianos eran cazados y perseguidos como criminales contra la seguridad del Estado. Quedó huérfano a los 15 años, y su cuñado quiso enrolarlo en el ejército. A los 22 años, se fue al desierto para fortalecer su fe ante los combates que le aguardaban. Habitó en una caverna, alimentándose por cuarenta años del fruto de una palmera y del agua de una fuente, que estaban cerca. Luego, fue alimentado milagrosamente por el pan que le traía cada día un cuervo.
El silencio y la soledad son los peligros mayores para un ser humano. Y sin embargo, para él constituyó el fruto más preciado de santidad. En el desierto se aprende a confiar en Dios más que en el propio dinero o bienestar.
El lunes, día 15 de enero celebramos Eucaristía en la capilla interior con los curas y hermanas de los arciprestazgos Jaraíz de la Vera y Jarandilla de la Vera. La Misa presisió D. David Calderón Carmona. Y a continuación nos encontramos en la comida fraterna.
El domingo posterior, día 21 celebramos la Misa Solemne en la iglesia del Monasterio con toda la gente y a continuación tomamos un refresco junto con todos los participantes de la Eucaristía. La Misa presidió y la homilía pronunció D. Antonio Luis Galán, deán de la catedral de Plasencia. Durante la Misa D. Antonio bendijo también nuevas estatuas para el monasterio de la Santísima Virgen María y de San Miguel Arcángel.